La técnica del cine consiste en proyectar imágenes a intervalos regulares para crear la ilusión de movimiento. El cine mudo es el cine primitivo consiste simplemente en imágenes, y no posee sonido de ninguna especie. Esto debido a que la tecnología de la época no lo permitía, pues la idea siempre estuvo presente. El cine mudo, en realidad, mudo del todo, en cierto modo no era las proyecciones en las salas iban acompañadas de la música tocada por un pianista o una pequeña orquesta y además comentada por la voz de un explicador, imprescindible figura que hacía posible que multitudes analfabetas o inmigrantes desconocedores del idioma entendieran la película
Desde los comienzos se buscó combinar imagen y sonido grabado, pero recién a fines de la década de los 20 se generalizó el cine sonoro. El sistema para introducir el sonido en el cine es el Vitaphone.
El primer largometraje sonoro fue “El cantante de jazz”.
La primera película de cine mudo fue “El jardín de Roundhay”, de Louis Le Prince (1888). Su duración era dos segundos y mostraba a dos personas caminando alrededor del jardín Oakwood Grange.
A fines de la década del 20, el cine alcanzó la madurez. Los expertos sostienen que la calidad del cien bajó cuando se introdujo el cine sonoro, y que le tomó varios años recuperarse. La calidad visual de las películas en los años 20 era muy alta.
Para complementar la falta de audio, se ideó un sistema de subtítulos agregados, mediante los cuales se añadían los diálogos. Surge entonces el escritor de títulos (como se llamaba en la época) como un profesional de la época muda y tomó una importancia equiparable con la del guionista. Los títulos tomaron importancia, convirtiéndose en elementos gráficos que ofrecían decoraciones de avance sobre la película.
La proyección de las películas mudas estaba acompañada pro música en vivo, por lo general, improvisada por un pianista o ejecutante del órgano. Se comprendió muy temprano la importancia de la ambientación musical.
Los pueblos pequeños tenían un piano para acompañar las proyecciones. Pero las grandes ciudades tenían su órgano, o incluso una orquesta completa, la cual podía ejecutar algunos efectos sonoros.
De los órganos de teatro, el famoso Rudolph Wurlitzer Company, podía simular sonidos de orquesta, entre otros. En ocasions, había un narrador que describía lo que iba ocurriendo.
Los actores mudos solían improvisar sus diálogos. La música de las películas mudas fue compilada en la Música de Photoplay, integrada por el pianista, el ejecutante del órgano, el conductor de orquesta o el estudio, los que enviaban las partituras junto con las películas. Aquí surge la composición de temas especiales para películas.
El cine mudo se convirtió en la principal fuente de empleo de los músicos de esa época, lo que acabó cuando apareció el cine sonoro.
En el estudio de Edison en Estados Unidos, Edwin S. Porter unió el estilo documental de los Lumiére y las fantasías de Méliés, para dar origen al cine de ficción. Produjo la primera película norteamericana de interés, “Asalto y robo de un tren” en 1903, con una duración de 8 minutos. Incluía innovaciones como el montaje de escenas filmadas en distintos momentos y locaciones, componiendo una unidad narrativa.
Entre 1909-1912, Motion Picture Patentes Company (MPPC), controlaba todos los aspectos de la flamante industria del cine. Este grupo de productores limitó la duración de las películas, que podían tener una o dos bobinas. Esta agrupación fue disuelta en 1912, permitiendo a las compañías independientes producir sus películas y exhibirlas, lo que permitió la difusión del cine europeo de calidad en Estados Unidos.
Para 1912, el cine italiano era el más poderoso, con 717 producciones. Esto provocó la reacción de los productores norteamericanos, que aumentaron la duración de las películas y otorgaron mayor libertad a los directores. Esto motivó una expansión del cine norteamericano.
Entre 1915-1920, las salas de cine norteamericanas se multiplicaron, y la industria cinematográfica se trasladó a Hollywood en Los Ángeles, donde productores independientes fundaron sus propios estudios. (Thomas Harper Ince, Cecil B. De Mille, Mack Sennett).
La demanda creciente fue cubierta con cientos de películas al año, en su mayoría, westerns, comedias de pastelazos y melodramas elegantes.
Si retrocedemos en el tiempo, buscando los orígenes de la comedia nos encontramos con que, ya en la primera sesión de la historia del cine, realizada por los hermanos Lumiére en 1895, se encuentra el primer film cómico: "El regador regado", que provocó las primeras risas colectivas de la historia en una sala de proyección.
Desde el film de los Lumiére hasta nuestros días, el género de humor ha sufrido grandes cambios y uno de ellos, sin duda el más importante, fue la llegada del sonoro. La aplicación del sonido al cine supuso, aparte de un cambio radical de la industria cinematográfica, el declive de la mayoría de los cómicos, cuyo humor basado en la mímica, el gesto y la imagen, no podía resistir la implantación de la palabra.
El cine de humor sufrió un giro total. Las películas que en el mudo se realizaban sin guión (principalmente las de Chaplin, Keaton y Lloyd, de las cuales presentamos una muestra en nuestros programas), pasaron a ser un proceso automático de elaboración, buscando frases graciosas y juegos de palabras, dejando el "gag" visual prácticamente en el olvido.
El género cómico es sin duda alguna el más complicado de realizar de forma aceptable para el público. Keaton escribió en cierta ocasión: "es mucho más difícil poner en marcha una película cómica de dos bobinas que un drama de cinco". Harry Langdon contestó algo parecido cuando le preguntaron qué opinión le merecía una película de humor: "en el mundo hay pocas cosas tan trágicas como realizar filmes divertidos".
Los años 20 se han llegado a llamar, y con toda razón, "La edad de oro del cine cómico". En esa década, una larga lista de nombres famosos entre las que destacan figuras como: CHARLES CHAPLIN, BUSTER KEATON, HAROLD LLOYD, MACK SENNETT, HARRY LANGDON, STAN LAUREL y OLIVER HARDY, contribuyeron de forma innegable a la grandeza de la comedia.
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